Prehistoria
A Efraín Huerta
¿Recuerdas
cuando los dinosaurios
podaban
el jardín de tu casa?
Hoy
hasta un pinche
elefantito
o un poeta
coloquial
causan asombro.
Dile a nuestro
amigo, el unicornio,
que no vale la pena
que traiga
al tianguis
el poderoso
corno
del prodigio.
Y si lo vieran
sentado en un café
―el unicornio gusta
de envejecer costumbres―
nadie lo creería.
Raúl Cáceres Carenzo
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