Quien ya esperó un tren un avión
Quien ya danzó
Cantando los himnos del afecto
En esta mañana releí todas las cartas
Eran precarias futilidades
Severo de las convicciones más conmovedoras
Resalté apenas el espectro del mundo
Tengo bolsas solamente para contar las monedas
Del tren que partió indefinidamente
Del lance que perdí
Envejezco sin edad hasta que todos pasen
Como un raya en mi rostro
La espera en su cicatriz ninguna
Llamado del deseo en su soplo
De calles perdidas y deseadas
Pudiera ser el sueño más grande que la carne
De lo que este
insomnio a las tres de la tarde
La belleza es de quien la desprecia
***
Amplitud continua y atroz
Contra lo que resta y lo que fue restituido
Más allá del olvido y adelante
Contra lo último y aún más
El
reflejo de un nombre soterrado por la brisa
Redimir toda herencia de los poros
Destruir
al Otro siempre Otro de esa sangre
El imprevisto coro del corazón que aviva el incendio
Cárcel de cabeza, sevicia de juventud
El
muchacho torrencial en el crepúsculo
Tarde que ardía obstinados labios
El
disidente rumor de las ruinas
Contra el miedo, la mudez, la fuga, la sabiduría
Y los mil
nombres del adiós
Danilo Bueno
Traducción de Sergio Ernesto Ríos.
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