21/7/14

Una confesión en la boca de la noche/ Danilo Bueno

  

Quien ya esperó un tren un avión
Quien ya danzó
Cantando los himnos del afecto
                           En esta mañana releí todas las cartas
Eran precarias futilidades
Severo de las convicciones más conmovedoras
Resalté apenas el espectro del mundo
Tengo bolsas solamente para contar las monedas
Del tren que partió indefinidamente
Del lance que perdí
                Envejezco sin edad hasta que todos pasen
Como un raya en mi rostro
La espera en su cicatriz ninguna
Llamado del deseo en su soplo
De calles perdidas y deseadas
Pudiera ser el sueño más grande que la carne
                                De lo que este insomnio a las tres de la tarde
La belleza es de quien la desprecia

***

Amplitud continua y atroz
Contra lo que resta y lo que fue restituido
                       Más allá del olvido y adelante
Contra lo último y aún más
                El reflejo de un nombre soterrado por la brisa
Redimir toda herencia de los poros
             Destruir al Otro siempre Otro de esa sangre
El imprevisto coro del corazón que aviva el incendio
                                                  Cárcel de cabeza, sevicia de juventud
             El muchacho torrencial en el crepúsculo
Tarde que ardía obstinados labios
           El disidente rumor de las ruinas
Contra el miedo, la mudez, la fuga, la sabiduría
           Y los mil nombres del adiós

Danilo Bueno



Traducción de Sergio Ernesto Ríos.

9/7/14

Discurso por ocasión de un congreso internacional de personas jurídicas


Nunca conversé con una empresa.
Las empresas están siempre ocupadas y no acostumbran
hablar con extraños.
Nunca trabajé en una empresa.
Las empresas comen en el self-service más
cercano y hablan diversas lenguas con perfección.
En las empresas hay personas que agarran vasos de whiskey
como si agarraran pitos.
En las empresas hay personas que se masturban en el baño
a la hora del almuerzo.
Trabajo en la misma empresa hace muchos años. Dormimos
en la misma cama y todas las noches ella abre las piernas
para mí.
Las empresas están siempre abiertas y de buen humor.
Las empresas siempre dicen buenos días, buenas tardes, buenas noches.
Hay siempre muchas empresas disponibles cuando las necesito,
por eso no me preocupo.
Las empresas dicen todos los días que no debo preocuparme,
pero yo ya no me preocupaba mucho antes de que ellas me lo dijeran.
Las empresas saben todos mis secretos, pero no los
revelan a nadie.
Las empresas siempre saben qué hacer en cualquier
situación.
Por eso no me preocupo.
Hay personas que insisten en discutir el sexo de las empresas.
Y también las que prefieren no tocar el asunto.
Las empresas nunca están sin asuntos. Son capaces de
conversar durante horas sobre cualquier cosa.
Las empresas nunca pierden el sentido o la razón.
Las empresas nunca se atrasan.
Todos saben donde viven las empresas. Ellas siempre están
abiertas y de buen humor.
Trabajo en la misma empresa hace muchos años y hasta hoy
no sé su nombre, función, razón social o RFC, aunque no
la culpo por eso.
Las empresas están siempre ocupadas, todos los días,
incluyendo fines de semana y feriados religiosos.
Las empresas poseen eslogans y usan siempre los mismos
disfraces, como los superhéroes.
Las empresas acaban y recomienzan todos los días, como las
novelas y las series.
Trabajé en una empresa durante dieciocho semanas y
falté todos los días.
Yo sé cómo funcionan las empresas, incluso sin nunca
haber estado en ellas.
Las empresas siempre funcionan.
Hay personas que se dedican al estudio del comportamiento
de las empresas.
Hay empresas que se destacan por apostar en el potencial
de las personas.
Administré diversas empresas imaginarias en la infancia.
Ninguna falló.
Las empresas pueden ser de diversos tamaños, como los perros,
las pizzas y las estrellas.
Todos los días me levanto temprano y camino hasta la puerta de una
empresa, pero no entro.
No tengo una idea clara de lo que pueda ser una empresa.
Algunas empresas se parecen a las familias.
Algunas familias se parecen a las empresas.
Se especula la existencia de empresas en otros planetas
del  Sistema Solar.
Se cree que un fósil con edad aproximada de cincuenta
mil años puede pertenecer a la empresa más antigua
del mundo.
Las empresas siempre dicen la verdad.
Las empresas nunca se divierten.
Me acuerdo con nitidez de la primera vez que conocí
una empresa.
No acostumbro hablar con empresas extrañas.
Nunca puse un pie en una empresa.
Las empresas no hablan solas.
Mi primer regalo de cumpleaños fue una empresa.
La maternidad en que nací era en realidad una empresa.
Algunas personas conversan con empresas como
si fueran personas.
Algunas empresas conversan con personas como
si fueran empresas.
Nunca conversé con una empresa.
Nunca conversé con una persona.


Bruno Brum



Traducción de Sergio Ernesto Ríos.